Villas-Boas deja los banquillos para disputar el Dakar
El año 2018 comenzará con un importante acontecimiento automovilístico. El Dakar 2018 empezará el 6 de enero en Lima, capital de Perú, y se prolongará hasta el 20 de enero donde terminará en la localidad argentina de Córdoba. A casi un mes de la cita los pilotos ya están calentando motores y últimando los preparativos para la carrera. Pero este año la prueba más dura del motor contará con un piloto poco habitual: André Villas-Boas.
El técnico portugués lo confirmó en una rueda de prensa improvisada por su actual club, el Shanghai SIPG de la Superliga China. Villas-Boas desveló que quería celebrar su 40 cumpleaños haciendo algo diferente y que, al principio, su intención era participar en la competición en la categoría de motos, pero finalmente se decidió por los coches ya que era más seguro. "Hablé con mi amigo Alex Doringer, director de KTM, y me comentó que necesitaría una preparación completa durante un año si quería conseguirlo, y que era mejor que me orientara más bien al coche. Así que me puse en contacto con el Team Overdrive, ¡y voy a estar en la salida!" declaraba a ASO, la empresa encargada de la organización del Dakar.
Villas-Boas anunció que ha abandonado la disciplina del Shanghai para centrarse en hacer algo absolutamente distinto a lo que está acostumbrado. Es extraño ver como alguien del mundo futbolístico se adentra en este tipo de competición, pero en este caso el entrenador contará con la ayuda de Ruben Faria, automovilista profesional portugués, para la preparación y entrenamiento y estará con él como copiloto durante la carrera. El entrenador conducirá un Toyota Hilux y comenzará esta semana con las pruebas con su nuevo vehículo.
André Villas-Boas comenzó su carrera de entrenador también de una manera poco usual, se estrenó como seleccionador de las Islas Vírgenes Británicas entre 1998 y 2000, y tras su breve estancia se incorporó al cuerpo de técnico de Mourinho, donde aprendió y ganó experiencia antes de empezar su carrera en solitario en 2009. Un año más tarde cogió las riendas del Oporto, con el cual ganó la Liga, la Copa de Portugal, y la Europa League de 2010, siendo su único logro internacional en su palmarés como entrenador por el momento. Fruto de su éxito en Portugal puso rumbo a la Premier para entrenar al Chelsea y al Tottenham donde no le fue excesivamente bien. Tras ello emigró a Rusia para ponerse al mando del Zenit durante algo más de dos temporadas, consiguiendo Liga, Copa y Supercopa.
Tras todo ello, el técnico comenzará una nueva aventura sobre cuatro ruedas.