Manita, vergüenza y para casa

El Real Betis tuvo una de esas noches que se quieren olvidar, y cuanto antes porque ha recibido en Ipurua un severo correctivo por parte del Éibar, un equipo que pese a que no estaba cuajando su mejor temporada en primera división y que solo llevaba 6 goles en todo lo que va de campeonato de liga, consiguió endosarle un doloroso 5 a 0 al conjunto de Quique Setién.
El conjunto verdiblanco se comenzó a ver superado desde el primer minuto del partido con un Eibar que estaba proponiendo fútbol e incomodaba la salida de balón del conjunto de Setién, tanto es así que en el minuto 6 de partido con un centro lateral desde la banda izquierda buscando a Sergi Enrich pero acabó siendo autogol de Jordi Amat al intentar despejar. Al Betis se le ponía el encuentro cuesta arriba demasiado pronto. El conjunto de Heliópolis intentaba mantener la posesión del balón para poder crear ocasiones sacando el esférico desde atrás, pero el Éibar sabía de que iba esta película y se dedicaron a hacer una buena presión e intentar tirar contras, hasta que en una internada del lateral izquierdo del conjunto eibarrense, Juncà, que consiguió poner un centro a la cabeza de Escalante, que remata completamente solo. Una vez más el Betis recibió un gol desde un centro lateral y el técnico Quique Setién parece no encontrar la respuesta para darle más empaque defensivo a su equipo en estas situaciones, aunque es cierto que durante todo este partido el conjunto de Heliópolis no mostró ninguna solidez defensiva. A partir de este momento el partido se enfrío bastante por parte de ambos conjuntos.
Al comienzo de la segunda parte parecía que la charla en el vestuario del técnico cántabro del Betis había dado algo de resultado y había conseguido que sus jugadores despertasen porque estaban teniendo mayor movilidad con y sin balón, e intentaban crear más peligro. Tanto es así que en el minuto 53, Camarasa filtró un gran balón a Sergio León que se quedó solo delante del meta del Eibar pero desaprovechó la ocasión y falló. En el minuto 54, después de la ocasión fallada por el jugador bético, se produjo una contra por parte del Eibar, llegándole el balón a los pies del delantero eibarrense Charles, fue entonces cuando el defensor argelino del Betis, Aissa Mandi, agarró al brasileño al borde del área, y González González, colegiado que dirigía el encuentro, pitó injustamente un penalti que no era, además de sacarle la roja directa al central bético. El propio Charles transformó el penal, y el Betis se encontraba con 35 minutos aún por jugar, con 3 a 0 en contra en el marcador y jugando con 10 jugadores. El partido estaba visto para sentencia para que el Éibar, y sus delanteros, se diesen un festín de goles muy suculento, tanto es así que en el minuto 71 Charles Díaz marcó de nuevo para el 4 a 0 y en el minuto 80 el otro delantero que faltaba por marcar, Sergi Enrich, se unió a la fiesta completando la manita endosada al Betis en Ipurúa.
El Señor Setién tiene que mejorar muchos aspectos del juego del equipo porque en la mayoría de los partidos no se termina de crear peligro, si se termina la efectividad, se termina con la fiesta goleadora del Betis porque la realidad es que hasta el momento, el conjunto verdiblanco ha generado muy pocas ocasiones pero las han aprovechado al máximo. En el momento que comienzas a fallar y no llegas a puerta, los partidos comenzarán a hacerse muy cuesta arriba. Otro aspecto que se ve muy claramente es que Quique Setién no tiene trabajado al equipo en el aspecto defensivo porque recibe goles de todas las formas y todos los colores, especialmente a balón parado y en centros laterales, y este es un aspecto fundamental a mejorar para competir en primera división y sobre todo si se quiere aspirar a un objetivo más ambicioso como es llegar a competición Europea. Lo positivo de todo es que parece que Setién ha visto los fallos del partidos porque ha declarado en la rueda prensa después del encuentro diciendo que hemos dado muchas facilidades y no hemos sabido defender algo que teníamos claro que podría pasar. Lo principal ahora es trabajar para mejorar la imagen del equipo, la imagen del entrenador y de toda la entidad porque ante el Girona en el Benito Villamarín se tiene que olvidar la vergüenza y el bochorno que se vivió en verdiblanco en el estadio de los armeros.