Un misil para sentenciar
El Real Madrid acabó ayer con la mala racha en liga, tras vencer por 3-0 a Las Palmas en el Bernabéu. Tras dos derrotas consecutivas, los de Zizou consiguieron tres puntos vitales que les permiten permanecer en la tercera posición de la tabla, al acecho de Barcelona y Valencia.
El partido comenzaba con un primer tiempo para el olvido por ambas partes, con un Madrid apático e inseguro, como nos ha tenido acostumbrado en los últimos encuentros. La ocasión más clara la tuvo Benzema en sus botas, tras herrar un mano a mano con Lizoain teniendo a Asensio solo a su lado para empujarla. Un día más, el francés no tuvo su día, y el Bernabéu se lo hizo ver en forma de pitos. A lo largo de la primera parte, los canarios se hicieron con el control del juego, con un Vitolo descontrolado que pudo poner a su equipo por delante en varias ocasiones. Las acometidas de los amarillos sirvieron para medir al debutante Vallejo, que dió el nivel junto a Ramos en la zaga blanca. En el minuto 41 y tras un saque de esquina llegaba el primero para los blancos. Casemiro remataba un balón peinado por un defensa canario al segundo palo, y hacía el primer gol a balón parado de los merengues en toda LaLiga.
El Madrid salió con otra cara en la segunda parte, hasta llegar a completar un partido decente. Los blancos se pusieron en manos de sus jugadores más inspirados, como Isco, una jornada más, o Cristiano, aunque no estuvo acertado de cara a portería. En el minuto 56, Asensio disparaba un misil tierra-aire tras un rechace que se le quedaba a bote pronto a treinta metros de la portería. Zapatazo que entraba por la misma cruceta haciendo inútil la reacción del portero canario, y que añadía una joya más para la colección del mayorquín. Isco cerraría la goleada en el 74, tras un contragolpe de manual, en el que Cristiano ejercía de asistente y el malagueño de ariete.