Elegantes. Únicos. A la moda. Gentlemen. Así podría definirse a los clientes de Tom Black, sastrería a medida fundada por Juan Térrer en 2011. Tras el éxito de la startup y la apertura de su primera tienda en Madrid trajeron la firma a Sevilla en 2014 y el pasado jueves organizaron una merienda en la que se dieron encuentro otros empresarios, personalidades y prensa en un evente organizado por la revista Escaparate.
A la cuestión de por qué Sevilla y no otra gran ciudad como Barcelona o Valencia, Diego Rojas, responsable comercial de Tom Black, comenta que la capital hispalense “es una plaza donde la sastrería es esencial.”
Sus tiendas se caracterizan por encontrarse en un primer piso y no a pie de calle como suele ser habitual. El local sevillano, pintado de verde, bien iluminado, con vistas a la Calle San Pablo y adornado con fotografías que transmiten la elegancia y clasicismo de los trajes unido al prototipo de cliente moderno, cuenta con diversas salas bien iluminadas y con tan solo dos o tres maniquíes de muestra. El anteriormente citado Diego Rojas añade: “ofrecemos un tratamiento de tú a tú, tomándonos un café y escuchando las preferencias del cliente.”
Los clientes tienen que pedir cita previa y se basan en tres cuestiones fundamentales: “la ocasión para la que se requiere la prenda, el estilo personal y el físico.” Declaran que cada cuerpo necesita un traje distinto y ellos se encargan de confeccionarlo. Y es que no en todas las sastrerías se puede elegir hasta el forro que lleva la prenda. En Tom Black “se escoge todo detalle a detalle, hasta la inclinación de los bolsillos o los colores de los pespuntes.”
Afirman que nunca han invertido en publicidad ni salido en televisión, aunque admiten que han realizado algunas entrevistas para blogs y revistas. Su medio de difusión principal ha sido siempre vestir a personajes que compartan sus valores. “Gente que sea un referente por sus actos, no solo por su fama.” Han trabajado con Leiva, Jordi Cruz, Jesús Calleja o Los del Río, entre otros.