McGregor no tiene límites en la UFC
Cada vez que Conor McGregor se sube al octágono de la UFC (Ultimate Fighting Championship) la empresa estadounidense sabe del público potencial que puede arrastrar el combatiente irlandés, traduciéndose esto en miles de millones de beneficio para la mayor compañía de las Artes Marciales Mixtas (MMA). En su último evento celebrado, el 205, McGregor ha conseguido lo que ningún otro luchador de la UFC ha logrado nunca: ser campeón de dos pesos distintos.
El Madison Square Garden de Nueva York se puso sus mejores galas para acoger un evento de lucha libre por primera vez en casi 20 años, tras levantarse una prohibición (dictada en marzo de 1997) en todo el estado neoyorquino que consideraba las Artes Marciales Mixtas ilegales. Fue una de las veladas más esperadas en los últimos tiempos por todos los aficionados a las MMA y en especial para los fans de "The Notorious", ya que el irlandés iba a disputarle a Eddie Álvarez el cinturón de campeón en la categoría de peso ligero. Además, para que la espera de este combate se hiciera más llevadera, las peleas que le precedían también pugnaban por el cinturón de campeón, en las categorías femenina de peso paja y masculina de peso wélter, donde los defensores del título, Carolina Jędrzejczyk (paja) y Tyron Woodley (wélter), retuvieron sus jerarquías con más problemas de lo que se esperaba.
Tras esto, McGregor salió al octágono con sus particulares andares de tipo sobrado, sabedor del hito que podía alcanzar en la UFC, sabe moverse como pocos y saca de quicio a sus rivales antes y durante la batalla, algo que le beneficia sobremanera. En una de las entrevista a Conor Mcgregor, el irlandés tuvo ocasión de dejarle un recado a su oponente Eddie Álvarez sobre lo que le iba a esperar en la batalla: “Creo que será en el primer round. Sé que es muy durable, pero no creo que haya sido golpeado por alguien como yo. No creo que vaya a sobrevivir. Si sobrevive y consigue estar en su modo supervivencia, entonces jugaré con él, destruiré su cara por todas las palabras que está diciendo en estos momentos. Aún no lo veo pasando del primer round.” Esa arrogancia típica que le caracteriza le ha valido para ganarse muchos detractores, pero la forma con la que culmina sus palabras en acciones le han servido para obtener muchos más seguidores.
La realidad es que no cumplió sus palabras al pie de la letra, ya que no le venció en el primer round como aseguraba (aunque estuvo cerca después de derribar hasta tres veces a Álvarez), sino que lo hizo en el segundo tras un intercambio perfecto de golpes que noquearon al púgil estadounidense. Poco más de seis minutos fue lo que duró esta histórica pelea en donde Conor "The Notorious" McGregor se proclamó campeón del peso ligero, el cual se sumaba a su cinturón de peso pluma.