El presente y futuro del planeta en manos de los americanos

El martes 8 de noviembre el mundo se paralizará y mirará hacia Estados Unidos. Las elecciones en el país de las barras y estrellas se ha convertido en uno de los acontecimientos con más repercusión mediática de la historia reciente. Los ciudadanos americanos tienen en sus manos el presente y futuro del planeta, deberán escoger entre el elefante Trump o la burra Clinton.

 

Los dos candidatos, se presentan como los presidenciables con menor nivel desde George Bush. Hillary Clinton ganó las elecciones presidenciales por el Partido Demócrata en la Convención Nacional Demócrata del 26 de julio de 2016. Todo lo contrario que en 2008, las cuales perdió frente a Obama. Clinton formó parte del ejecutivo Obama siendo la Secretaria de Estado, un cargo más importante, incluso, que la vicepresidencia del Gobierno americano. En este cargo, el único mérito de Hillary Clinton fue que bajo su mandato se dio caza a Osama Bin Laden. 

 

En el día de ayer, Hillary Clinton respiró tras saber que el FBI le exoneraba de cualquier delito en el caso de los correos que le ha lastrado la campaña y que ha sido el principal caballo de batalla de Donald Trump para atacar a la presidenciable demócrata.

 

 

Donald Trump es una de las personas más ricas de los Estados Unidos, a ningún otro multimillonario se le ocurriría ser la cara visible del poder cuando el auténtico se ejerce en la sombra, pero hablamos de un show man. 

 

Trump es un antisistema a la americana. En un país donde los dos partidos mayoritarios son de ideología similar, centro derecha y derecha, y las ideologías de izquierda son algo similar o peor que el nazismo, no nos podemos extrañar que una persona con el discurso de Trump pueda llegar al poder. Sus constantes salidas de tono le dan cada vez más puntos para ganar. Trump se nutre del descontento latente entre los blancos de la clase media, y para más inri, su discurso xenófobo cala en los inmigrantes de segunda generación, los cuales ven en la política proteccionista del magnate una vía de escape a la situación que vive. 

 

Donald Trump es el populismo del sueño americano. Usa el mismo modus operandi que Pablo Iglesias o Marine Le Pen, pero con un discurso diferente por lo menos al del líder de Podemos. Trump dice lo que el pueblo quiere escuchar, lo que le pueda dar más réditos políticos. Si no te gustan mis principios tengo otros.

 

Dentro de unas horas sabremos el resultado que podrá cambiar o no el mundo. Los americanos votan entre una opción sin carisma y discurso, Clinton, y otra que echa por tierra los valores americanos que tan bien nos han vendido desde Hollywood, Trump. No es cuestión que los ciudadanos de norteamérica voten bien (Hillary), sino que voten. Que se movilicen y no dejen que decidan por ellos, como ya pasó con el Brexit o en las  últimas elecciones de un país llamado España.