OPINIÓN: El juego contra los resultados

Disputados los 90 minutos contra el Athletic, el Real Madrid volvió a dejar esa tenue sensación que te hace salir del partido con impresiones enfrentadas. El resultado, bueno, pero las impresiones, bastante mejorables. El conjunto blanco está sometido a la clarividencia de Toni Kroos, y cuando éste no entra en contacto con la pelota, todo parece que deja de fluir. Sin Modric ni Casemiro cubriendo las espaldas del alemán, Kroos tiene que realizar un doble esfuerzo físico, y su rendimiento se resiente conforme van pasando los minutos.
El Real Madrid tiene momentos muy buenos con la pelota, pero nada más lejos de la realidad. En cuanto el rival eleva la presión y suben las líneas, el germano tiende a introducirse entre los centrales para sacar el balón con mayor fluidez, algo que cuando Modric está sobre el campo es muy beneficioso para los intereses blancos, pues la pelota sale jugada desde atrás. Sin embargo, cuando es Kovacic , el segundo toque se resiente más y Kroos normalmente se ve obligado a utilizar sus milimétricos desplazamientos en largo.
Isco, por su parte, suele jugar más adelantado que los dos pivotes y no entra demasiado en esas labores de creación. Todo esto sumado a la lesión de Sergio Ramos, hace que el Real Madrid no termine de carburar en su sala de máquinas. De momento, los cuatro empates consecutivos sirvieron para que el equipo saliese espoleado en Sevilla contra el Betis, y ese día la presión y el juego de los madridistas sí estuvieron a la altura. Contra el Athletic los hombres de Zidane volvieron a dejarse llevar y únicamente el gol de Morata en los compases finales del partido sirvieron para calmar los ánimos en un Santiago Bernabéu donde se mascaba la tensión.
Zinedine Zidane deberá afrontar el reto de cambiar la dinámica de juego del equipo si no quiere verse en un aprieto. De momento Zizou ha salvado con éxito las primeras bolas de partido pues el Real Madrid sigue líder de la Liga Santander en solitario, pero deberá andarse con ojo.