Ganar y a esperar (ATM 5 – 1 RBB)
En vísperas del Clásico, el Cholo sabía que su equipo tenía que hacer su partido, y así fue. Con un dominio claro del partido y un alto número de ocasiones (12 entre los tres palos), el conjunto colchonero consiguió imponerse a los hombres de Merino, que inquietaron de forma bastante tímida la portería del esloveno Jan Oblak, que cometió un grave fallo (que le costaría el único gol visitante) pero que estuvo felino el resto del encuentro, continuando como Zamora indiscutible de la liga.
Si bien el Betis comenzó cerrándose bien atrás y aguantando la presión, sí existía un cierto control del equipo de Simeone, que llegaba con poco peligro pero de forma constante. Fue en el minuto 36 cuando se movería el electrónico, al servir Koke un excelente balón raso a Torres que, partiendo en posición justísima (tanto que yo no sabría decir si está en posición reglamentaria o no), gana la carrera a Westermann y la pica lo justo por encima de Antonio Adán. Minutos después, llegaría el segundo. Un balón dividido le llega a Griezmann, que se ayuda del brazo para controlar, pica el balón para asistir a Koke y Adán, que llega con fuerza para tapar el disparo de Koke pero este no llegaría, y sin que nadie toque más el balón tras el pase del francés, el esférico se introduce sólo en la portería. Una más tendría el Atlético antes del descanso, con una intervención providencial del meta verdiblanco a un remate de (una vez más) Griezmann.
Tras el descanso, con el partido ya de cara, se esperaba que el combinado madrileño se concentrara mas en las tareas defensivas. Sin embargo, tuvo aún más peligro que en la primera parte. Cierto es que la primera ocasión sería un remate de Westermann que Oblak pararía de forma excelente a bocajarro, se estrellaría después el balón en el poste y no volveríamos a saber mucho más del conjunto andaluz aparte del gol. Ya en el 65, llegaría otro. Correa servía un gran balón a Juanfran que, forcejeando con Musonda, remata a placer para hacer el tres a cero. Seguían lloviendo ocasiones, entre ellas un remate al palo de Thomas, pero se consumaría el 3-1 en un fallo garrafal de Oblak, que no acierta a atrapar el balón y Rubén Castro, en boca de gol, no perdona. No duraría mucho la alegría en el vestuario sevillano, ya que llegaría el cuarto en el minuto 81 (obra de Griezmann pero regalado por Correa) y el quinto en el minuto 90 (Thomas empuja un balón de Griezmann).