La Novia’, la esencia de Lorca
La película de la zaragozana Paula Ortíz revive una de las historias de amor más apasionadas de la literatura española: Bodas de Sangre de Federico García Lorca.
Con una fuerza abrumadora, La Novia arriesga y gana. Prueba de ello son las 12 candidaturas para la 30ª edición de los Premios Goya que ha recibido por parte de los miembros de la Academia de Cine Español.
En medio de un desierto blanco de tierras yermas, nace un el triángulo amoroso de dolor y sufrimiento. Desde niños Leonardo y La Novia están atrapados bajo los finos hilos del destino. Los años pasan, y aunque cada uno intenta rehacer sus vidas y ser felices por separado, los hilos vuelven a unirlos ferozmente como si de imanes se tratase. Ella se prepara para su boda con El Novio, mientras las lágrimas comienzan a inundar sus ojos por el recuerdo de aquel amor imposible de su niñez. Los escalofríos comienzan a recorrer el cuerpo de La Novia, y con ellos la aparición de La Luna.
Puede decirse que la adaptación de Paula Ortíz capta toda la esencia lorquiana de Bodas de Sangre. La supremacía de las imágenes, la música, y las brillantes actuaciones de sus actores, dotan al film de una naturalidad tan bella como la poesía.
La Novia recoge la verdad más desgarradora del amor, con la brillante actuación de Inma Cuesta, de mirada única e inigualable en la que muestra todo su dolor, dejándose la piel y el alma en su papel. Junto a ella, Álex García y Asier Etxeandía, ambos con actuaciones impecables y maravillosas.
La fuerza de la imagen es uno de los puntos fuertes del film; Migue Amoedo, director de fotografía, retrata cada detalle de las escenas con colores ocres, azules, blancos y rojo sangre. Se aleja de la apuesta teatral, pero no deja de ser un bello espectáculo cinematográfico de imágenes apabullantes.
La Novia es poesía, es talento, es amor, es tragedia y drama. La Novia es Lorca, porque sin duda, Paula Ortíz ha conseguido llevar la esencia de uno de los poetas y dramaturgos más importantes de la cultura española.