Casada con un ‘kamikaze’
La exmujer de Ibrahim Abdeslam, uno de los yihadistas que atentó el 13 de noviembre en París, ha confesado que el terrorista "era un vago, que fumaba porros todos los días y que en dos años solo trabajó una vez de electricista, que es lo que había estudiado".
En una entrevista concedida al 'The Daily Mail' ha revelado que su exmarido de 31 años no había ido ni una vez a la mezquita a rezar y que su tiempo libre lo dedicaba a dormir o a fumar cannabis, si no estaba en la cárcel.
Ella ahora vive en Molenbeek, un barrio de Bruselas, donde Ibrahim y su hermano Salah Abdeslam –uno de los yihadistas fugados– tenían un bar que fue cerrado por la policía tras descubrir que se traficaba con droga. "El no tener trabajo le volvió loco", afirma Niama, que también le sorprendió su repentina radicalización religiosa, ya que afirma que él ni iba a rezar y que cumplía con el Ramadán porque su familia le obligaba.
"Él fue problemático toda su vida", declara la exmujer, que confirma que ellos no veían la televisión porque no tenían y que vivían con 1.000 euros al mes, lo que le hacía no poder tener hijos al no poder criarlos. 'Les Beguines' fue el bar que los terrorista montaron en el barrio belga, que terminaron convirtiéndolo en un antro y que el 4 de noviembre la policía cerró por tráfico de drogas. Nueve días después, Ibrahim participó en el atentado terrorista que cobró la vida de 129 personas.