Triatlón, un estilo de vida diferente
Tras una dura sesión de entrenamiento con su bicicleta, Irene Cabrera Roldán nos recibe en su casa con la alegría y la sonrisa que la caracterizan. Es una deportista cordobesa que comenzó en el mundo de la natación con tan solo tres años. Empezó nadando en el C. D. Natación Córdoba gracias a su madre, Rosario, que, tal y como nos comenta Irene, la obligaba a ir a nadar, aunque había veces en las que ella no quería. Sin embargo, ahora se alegra de su persistencia, ya que gracias a ella ha acabado compitiendo en un deporte como el triatlón. Por eso reconoce que su madre ha sido uno de sus grandes apoyos en el ámbito deportivo y personal. Por otro lado, la joven destaca el papel de sus amigos. Ellos, según nos dice, han sabido apoyarla y entender que su estilo de vida le hace tener que renunciar a fiestas y fechas señaladas por tener que dedicarse al deporte.
Después de hablar sobre los que han sido sus apoyos, Irene nos cuenta cómo comenzó su andadura en el triatlón. Según nos comenta, coincidiendo con su mejor época en la natación, conoció a una triatleta que entrenaba en su club y que la animó a iniciarse en este nuevo deporte. A partir de ese momento comenzó a interesarse en él y, tras ver una competición en Benalmádena, decidió adentrarse en el triatlón.
Irene nos cuenta que cuando estudiaba bachillerato y grado superior resultaba muy complicado compaginar los estudios y el deporte, ya que se veía obligada a administrar muy bien el tiempo para poder hacerlo todo. Su entrenamiento requiere más de 4 horas al día entre carrera, bicicleta y natación, además del entrenamiento en gimnasio. Sin embargo, ella disfruta entrenando ya que lo considera parte de su vida, hasta el punto de asegurar que "no puede vivir un día sin hacer algo de deporte". Además, su progresión la lleva a entrenar cada día con más ganas y a "motivarse".
Aparte del esfuerzo físico, los deportistas como Irene deben seguír una dieta específica, eliminando alimentos con alto contenido calórico como los dulces o los fritos precocinados. Esta dieta, según nos comenta Irene mientras come unos frutos secos, es incluso más estricta en lo períodos de competición. A pesar de ello, se sincera con una sonrisa en la cara al decir que fuera de competición se permite algún capricho como comer chocolate.
Y tras hablar de varios de sus éxitos como deportista –el último de ellos hace una semana en Larache, Marruecos, donde ganó tras realizar toda la prueba escapada en solitario–, Irene aprovecha para animar a los lectores de EUSA News a practicar este deporte. Para ella y otras muchas personas, el triatlón es un deporte muy entretenido ya que, tal y como nos dice, permite entrenar con mucha gente diferente al mezclar tres deportes como el ciclismo, la natación y la carrera a pie.
Por todos ello, Irene no pierde la oportunidad e invita a ir a ver triatlones y a animarla a ella y a su club, el Montilla-Córdoba Triatlón.
Irene posa junto a su hermano Jesús, también triatleta, al igual que el pequeño de los tres hermanos.