Sevilla corona a su primera Virgen del Carmen de la Diócesis

La congregación de los carmelitas amanecía gozosa de júbilo el pasado sábado 10 de octubre, y más concretamente en el Convento del Santo Ángel. Había llegado el día elegido por Palacio Arzobispal para coronar a la Virgen del Carmen.
El protocolo elegido rompía los esquemas de una ciudad, a veces, anquilosada en estas lindes, y es que la Virgen sería coronada sin traslado a la Catedral o Altar efímero de Pontifical y sin procesión gloriosa de vuelta, la Diócesis de Sevilla coronaría a su primera Virgen del Carmen dentro de su propio Convento. A las 19:00 horas comenzaba la homília por parte de Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla. Para dar cabida a todos los fieles que no querían perderse este evento, se instaló más de 1.000 sillas en la calle Rioja con un plasma de 7×3 metros para poder seguir el evento. A las 19:40 horas se vería cumplido el sueño de los carmelitas y, sobre todo, de Fray Juan Dobado, Fraile del Convento del Santo Ángel e impulsor de esta coronación. A esa hora sería impuesta la corona que realizara Juan Borrero sobre la siene de la Stma. Virgen del Carmen, tras la lectura de rigor que indicaba que "la Iglesia corona a las imágenes de la Virgen más insignes, porque María ya fue coronada por la Trinidad como Reina y Señora de todo lo creado", aunque quien la terminó de encajar en el perno fue Sergio Cornejo, Teniente Hermano Mayor de La Estrella, que hacía las labores de acólito durante el Pontifical, ante las dificultades que encontraba Monseñor por la inclinación de la cabeza de la Imagen.
Las Hermandades de La Estrella, Montserrat y Los Gitanos fueron las madrinas de esta coronación que terminaba con cohetes, petaladas y vivas a la Madre de Dios coronada en el Monte Carmelo.