Madre María de la Purísima será canonizada en próximo año en Roma
Cuatro años después de su beatificación , Madre María de la Purísima será canonizada, así lo ha anunciado el Arzobispado de Sevilla tras informar el postulador romano de su causa, el fraile capuchino Alfonso Ramírez Peralbo, al arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, y a la madre general del Instituto, tras ser aprobado el milagro requerido.
Madre María de la Purísima fue beatificada en el Estadio de la Cartuja el 18 de septiembre de 2010 con la presencia de la imagen de la Esperanza Macarena a la cual acompañaron mas de 120.000 personas durante todo el recorrido para llevar a la dolorosa hasta el Estadio. En la carta apostólica de beatificación, Benedicto XVI destacó que Madre María “iluminada por la sabiduría de la Cruz, dedicó su vida al servicio de los pobres y de los enfermos y a la educación cristiana de la Juventud”. Ahora será canonizada en 2015, probablemente en octubre.
María de la Purísima de la Cruz, (María Isabel Salvat Romero) nació en Madrid el 20 de Febrero de 1926. El 8 de diciembre de 1944, al poco de cumplir 18 años, ingresó en la Compañía de la Cruz. Tomó los hábitos un año después, profesó temporalmente en 1947 e hizo los votos perpetuos en 1952. En su momento destacó por su elevado nivel cultural, y como dato revelador de esta circunstancia destaca el hecho de que dominara tres idiomas: francés, inglés e italiano, según recuerda el Arzobispado de Sevilla.
Desde que ingresara en la Compañía que fundara Santa Ángela de la Cruz, destacó como una fiel observadora de las reglas del Instituto, y en su haber está el mantenimiento del carisma fundacional tal y como lo legara Madre Angelita. El 11 de febrero de 1977 fue elegida Madre General de la Compañía de la Cruz. Anteriormente desempeñó varias responsabilidades en el Instituto, entre ellas las de superiora de las casas de Estepa y Villanueva del Río y Minas, maestra de novicias y consejera generalicia.
En el momento que esta noticia salió a la luz muchos se empezaron a preguntar si irá alguna imagen de Sevilla a Roma para la canonización. Las vírgenes de la Amargura y la Esperanza Macarena, presente en su beatificación, son claves en torno a la figura de las Hermanas de la Cruz. Aunque todavía no hay nado claro no sería de extrañar que las cofradías estuvieran representadas de algún modo en Roma.
Hay cinco pasos en el proceso oficial de la causa de los santos, una vez transcurrido cinco años desde la muerte del candidato o candidata. Madre María de la Purísima se encuentra en el último paso, para ello ha sido necesario atribuirle un segundo milagro y así la persona , en este caso María de la Purísima, es declarada <<santa>>
El milagro de “Carre”
La curación milagrosa de Francisco José Carretero Díez, conocido cariñosamente como Carre, es el que hará que Madre María Purísima de la Cuz pase a ser santa. Con tan solo 43 años Carre sufrió una parada cardiorespiratoria prolongada en un espacio de doce días. Durante esos días de coma sus compañeros de la Centuria y la propia hermandad de la Macarena colgaron en Facebook y Twitter la oración de Madre María de la Purísima, uniéndose así amigos y familiares a rezar esta plegaria
Cuando todo el mundo lo daba “clínicamente muerto” y los médicos se planteaban si apagar las máquinas que lo mantenían artificialmente con vida cuando tras doce días en coma Carre abrió los ojos.
Su recuperación ha sido reconocida como milagrosa por el equipo médico que ha analizado el caso en Roma, en el que han intervenido los neurólogos Proietti, de la Policlínica Gemelli de Roma, y el doctor Gandolfini, de la Universidad del Sacro Cuore de Milán.
A día de hoy Carre tiene ciertas limitaciones en el habla y un ligero problema de movilidad, todos los días da gracias a la intercesión de la Madre María de la Purísima y repite una y otra vez que fue la Virgen de la Esperanza la que le sacó del coma porque tal y como narra él, en un trance vio a la Virgen de la Macarena «Me metí en la Basílica llena de gente, Ella con un manto rojo y la saya blanca tal como la vi por última vez, y me dijo estas palabras: ¿Tú que haces aquí? Vuélvete que hasta los 75 años no tenemos que vernos»