Opinión: “¿Sabes bailar twerking?”

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Hegerberg gana el primer Balón de Oro femenino de la historia. Este debió haber sido el titular en honor a la delantera noruega de 23 años del Olimpique de Lyon, pero no. Desgraciadamente las miradas fueron a parar a la más que polémica pregunta protagonizada por el DJ encargado de animar la gala, en los momentos previos a que recibiera el ya nombrado galardón. En ese lapso, el artista Martin Solveig acompañó a la jugadora a recoger el premio al escenario, pinchando una de sus canciones. Una vez arriba, el DJ le preguntó si sabía hacer twerking, una expresión inglesa que su significado más aproximado en español es perreo.

La jugadora respondió con un categórico “no”. Si ya es vergonzoso que no existiera ya un Balón de Oro dedicado a la jugadoras profesionales en el 2018 (el masculino empezó en 1956), más aún es que se produzcan comentarios como este. Las redes sociales se llenaron con multitud de mensajes denunciando estos hechos que no podemos catalogar de otra forma que repugnantes. Personalidades del mundo del deporte reaccionaron a través de las redes sociales. El tenista escocés Andy Murray, calificó este acto como “otro ejemplo del ridículo sexismo que aún existe en el deporte” a través de su perfil en Instagram, a lo que añadió “¿Porqué las mujeres aún tiene que aguantar esta mierda? ¿Qué le preguntaron a Mbappé y Modric? Me imagino que algo relacionado con el fútbol. Y para toda la gente que piense que estamos exagerando y que piense que fue una broma… No lo fue. He estado metido en el deporte toda mi vida y el nivel de sexismo es irreal”.

A lo largo de la historia el fútbol femenino ha estado prohibido, censurado, maltratado y demás calificativos que se le pudieran atribuir. Hoy en día sigue existiendo el problema de la llamada brecha salarial en la mujer. No sólo en el fútbol, sino que, en la gran mayoría de trabajos, las mujeres cobran menos que los hombres haciendo la misma labor. Este hecho salpica de la misma manera al fútbol femenino, donde una jugadora profesional de primera división cobra de media 707,70€ al mes; mientras que la media de un jugador de primera división es de unos 170.000€ al mes, quienes además gozan de un sueldo mínimo establecido por ley de 150.000€ mensuales.

Las jugadoras profesionales no disponen de tal garantía. Ocurre lo mismo en cuanto a la prima por ganar el título de liga: en la Liga Santander (la masculina), los jugadores del F.C. Barcelona obtuvieron una prima de 300.000€ por haber ganado la liga; mientras que en la Liga Iberdrola (la femenina), las jugadoras del Atlético de Madrid, las pasadas campeonas, obtuvieron unos escasos 54€ por el mismo logro. Las comparaciones salariales son penosas, sonando incluso a mera “propina” hacia las jugadoras. Nos encontramos ante una discriminación patriarcal a la mujer en el mundo del deporte, una auténtica humillación que empieza en los despachos.

Tanto la federación como los propios clubes incumplen las leyes de una igualdad que debería existir en pleno Siglo XXI, y que, desgraciadamente, seguirá en el aire en un mundo en el que lo que vende es lo que se ve. Y lo que no, se deja a un lado aparcado. Desde este humilde medio de comunicación, defensor de los derechos de la mujer en el deporte y por consiguiente en distintos ámbitos sociales, queremos denunciar estos hechos tan indignos como ciertos. #ApoyoAlFútbolFemenino

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